Más allá de los pronósticos para este 2021, mantener unas finanzas personales sanas debería ser una de las principales metas a cumplir en todo el año.
La salud financiera se refiere a la estabilidad y cómo gestiona su dinero una persona; consiste en todas esas acciones para alcanzar un bienestar, sobre todo emocional, al administrar de manera correcta sus recursos.
En sentido opuesto, presentar dificultades para solventar los compromisos económicos adquiridos, produce una sensación conocida como ‘estrés financiero’. De hecho, nueve de cada 10 mexicanos se sienten estresados al pensar en sus finanzas, de acuerdo con un estudio de la plataforma de servicios financieros Coru.com.
“Si bien las perspectivas económicas de por sí ya eran complicadas, con la pandemia en ciernes, la previsión financiera es la clave para sortear tiempos inciertos”, señala Fernando González, Partner en QED Investors y CEO de Coru.com.
Por ello, Coru.com enlista algunos consejos para mejorar tu salud financiera: Ejerce y entrena tus finanzas personales. Las finanzas personales pueden ser un dolor de cabeza, por eso existen entrenamientos para que aprendas a tomar mejores decisiones con base en tus necesidades, con el objetivo de que los gastos no excedan los ingresos.
Recaba información sobre tus finanzas a través de un presupuesto, un balance y ahorro; la idea es que planees una vida libre de estrés financiero. De igual forma, es recomendable que dediques un tiempo para leer información relacionada con finanzas personales e incluso, analices opciones de ahorro e inversión.
Prevé un presupuesto mensual. Con esto evitas gastar más de lo que ganas y organizar tus pagos. Para lograrlo, debes identificar ingresos, gastos y registrarlos en una hoja de Excel o bien en alguna libreta. Tenerlos de manera visual facilitará a que identifiques tus obligaciones y compromisos financieros e, incluso, gastos superfluos que quizá todavía no detectas.
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Más ingresos que gastos. Si al final del mes tus gastos no son mayores o iguales que tus ingresos, entonces manejas un balance positivo, y si tienes dinero sobrante, es mejor, ya que lo puedes utilizar para otras cosas, como ahorrar. Pero en caso contrario, si no tienes sobrante o tienes que endeudarte para terminar el mes, el saldo es negativo y debes realizar ajustes a tus gastos.
Págate a ti mismo primero. Destina una parte de tu ingreso a tus ahorros de forma directa antes de cualquier otra cosa, incluso antes que deudas o recibos. Aunque suene impensable, este consejo te permitirá evitar gastos impulsivos y compras innecesarias, porque dinero que no ves, no lo gastas.
Por ejemplo, si percibes 6 mil 500 pesos a la quincena, haz tu presupuesto como si tu ingreso fuera de 6 mil, destinando 500 pesos a tu paga. De hecho, puedes crear un fondo de emergencias en caso de alguna enfermedad o incidentes inesperados.
Paga lo que debes. Es importante pagar a tiempo tus deudas, ya que esto te ayuda a no generar intereses. En el caso de servicios, aprovecha pagos anticipados que implican descuentos. Por ejemplo, el gobierno de la Ciudad de México anunció que aplicará descuentos extraordinarios en predial, agua y tenencia debido a la pandemia.
En el caso de una tarjeta de crédito, debes tener muy claro datos como la tasa de interés, tu pago mínimo y fecha límite de pago. Si son más de una, ordénalas conforme mayor sea la tasa de interés y prioriza el pago de la que más genere intereses. Trata siempre de pagar el adeudo total de cada mes para evitar intereses.
Aplica la regla 50/30/20. Una opción para controlar más tus recursos es una simple regla que puede auxiliarte para ahorrar: destina 50% de tus ingresos a servicios como vivienda (hipoteca o renta), servicios (luz, agua), transporte, comida, ropa. El 30% a gastos prescindibles, como idas al cine, bares, aplicaciones de paga, y el 20% restante para el ahorro.
Esto último es importante, ya que destinar 20% de tu sueldo al ahorro, permitirá cubrir cualquier emergencia a futuro sin tener que recurrir a préstamos. Recuerda que una de las lecciones más importantes que nos dejó el 2020 es contar con un “colchón” para cualquier eventualidad.
Di no a los gastos variables o gastos hormiga. Elimina gastos innecesarios y que puedes prescindir. Piensa en esas compras que no retribuyen positivamente en tu vida y que si no están, no pasa nada.
Esto no quiere decir que debas abstenerte de darte un gusto de vez en cuando, pero lo puedes hacer sin afectar tu economía, buscando alternativas de menor costo o no hacerlo reiteradamente.
Utiliza la tecnología a tu favor. Si lo tuyo son las aplicaciones, existen varias opciones que te sirven para tener un mejor control de tus finanzas, como Control de Gastos, Finerio y Money Manager, por citar algunas, y que son gratuitas. Aprovecha la tecnología, te serán de gran ayuda.
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