Desde hace aproximadamente 7 mil años, la cerveza se ha posicionado como una de las bebidas preferidas en el mundo. Se cree que su origen data del año 4 mil a.C en Mesopotamia y aunque algunos datos apuntan que surgió de manera accidental, el proceso de producción de esta bebida ha evolucionado hasta convertirse en una de las industrias más importantes del mundo.
Tradicionalmente, el consumo de cerveza ha sido recreativo, pero en los últimos años, científicos y expertos nacionales e internacionales se han dedicado a investigar los usos alternativos de la cerveza y sus ingredientes, sobre todo en temas relacionados a la salud humana; pues podría traer beneficios con el consumo moderado y responsable.
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En 2018 la doctora Ivette Caldelas Sánches, investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, explicó es su estudio “Impacto del consumo de lúpulo en la reducción en los síntomas vasomotores psico-neurológicos y metabólicos asociados al climaterio” que el lúpulo, ingrediente principal de la cerveza, posee fitoestrógenos, compuesto químico natural que ayuda a disminuir síntomas relacionados con la
premenopausia, menopausia y posmenopausia.
De acuerdo con el trabajo de la doctora Caldelas, los fitoestrógenos están presentes en el lúpulo, planta que da el aroma y sabor peculiar a la cerveza. Este compuesto natural contiene flavonoides, elementos similares a los estrógenos, pero naturales, que podrían funcionar como alternativa de reemplazo a las hormonas sintéticas que, en muchas ocasiones, generan efectos secundarios como la formación de trombos, osteoporosis, cáncer de mama y cáncer ovárico.
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Con esta investigación, Ivette Caldelas Sánches ganó el Premio Salud y Cerveza 2018 que otorga el Consejo de Investigación Sobre Salud y Cerveza A.C, así como una beca para continuar con su proyecto.
La cerveza tiene múltiples cualidades y beneficios a la salud. De acuerdo con la Fundación Española del Corazón, el consumo moderado de cerveza se asocia a beneficios cardiovasculares, de salud ósea y hasta contra la obesidad. Siempre y cuando su consumo sea con moderación y vaya acompañado de una alimentación equilibrada.
Por su composición, esta bebida contiene folatos, polifenoles y fibra soluble. Además, tiene mínimas cantidades de azúcar, es baja en sodio, no tiene grasas, aporta fósforo y vitaminas y minerales como calcio, hierro, yodo, magnesio, zinc, sodio, potasio, fósforo, niacina, selenio, ácido fólico, antioxidantes, vitamina A, vitamina B6 y B12, vitamina C, D y E.