Cada día las personas toman mayor conciencia sobre los problemas que rodean el cambio climático, la deforestación y la preservación de los recursos naturales, y esto no ha sido ajeno a la industria hotelera, por ello desde hace algunos años la tendencia va hacia ofrecer un servicio que comulgue con el confort y el respeto a la naturaleza.
Ejemplo de lo anterior es Lunah Eco-Resorts un desarrollo hotelero amigable con el medio ambiente y con las comunidades en las que se establece. Este concepto de hoteles surge como respuesta a la necesidad imperante de cuidar la naturaleza, así como a una nueva manera de hacer turismo.
“Lo que buscamos en Lunah es generar un mínimo impacto sobre el medio ambiente, así como transformar, no solo la experiencia turística sino también la experiencia de vida para quienes buscan un momento de introspección, de conexión con la naturaleza y de convivencia con otras culturas”, destacó Horacio Peña, director general de Lunah Eco-Resorts.
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El desarrollo sustentable de Lunah Eco-Resorts está estrechamente relacionado con el confort y el lujo, fusión que ha sido posible gracias a que emplean la bioconstrucción, “utilizamos responsablemente recursos naturales regenerativos con los que cuentan las zonas en las que tenemos propiedades como lo son Tulum y Valle de Bravo, además de que empleamos técnicas de edificación de bajo impacto”, señaló Peña.
El diseño de los eco-resorts parte de una visión bioclimática en la que predomina el respeto por la región y las personas que ahí habitan. Esto permite ofrecer a los viajeros momentos enriquecedores, al tiempo de dar el cuidado que merecen los ecosistemas que rodea a cada complejo.
Dentro de los resorts se ofrecen actividades de bienestar personal y espiritual, experiencias denominadas como “Reingeniería Personal”, proceso que permite evolucionar a las personas para descubrir su máximo potencial en todos los planos de la vida a través de tres tipos de experiencia: Física, Mental y Emocional.
Además, buscan generar una comunidad participativa con las personas que radican en el lugar; no solamente generan empleos, sino que las involucran directamente de manera respetuosa.
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“Buscamos desarrollar comunidad, llegamos y hacemos un diseño enfocado en la sustentabilidad y buscamos juntarnos con la comunidad para desarrollar el proyecto en conjunto; es decir, que las personas que viven en la región en la que estamos se vuelvan parte del proyecto. Fomentamos el emprendedurismo y haciendo aportaciones para la misma comunidad para mezclarnos y no llegar a invadir los espacios”, resaltó Horacio Peña.
Hay opciones de corta, mediana y larga estancia en villas o habitaciones construidas con biomateriales como bambú, giles, blocks de tierra comprimida, arcilla de la región, entre otros que generan una erosión de suelo de solo 3%; además de que son construcciones sustentables.
Actualmente, hay dos resorts en operación: en Avándaro, Valle de Bravo y en Xcacel, Tulum y, siete más están en construcción dos en Querétaro y Tulum, así como en Valle de Bravo, San Miguel de Allende y Bacalar.