Ubicado en Av. Revolución 1547, Planta Alta, en el versátil barrio de San Ángel, Il Diavoletto Restaurant & Wine Club es la evolución del proyecto que el Chef y Araceli Velázquez, socios y hermanos, tenían en la Colonia Condesa y que, tras la pandemia, buscó un nuevo espacio donde renacer. Con una carta de vinos especialmente seleccionada —y en constante crecimiento—, y una cocina italiana basada en las historias y sabores de los migrantes sicilianos a NuevaYork de principios del siglo XX, Il Diavoletto esconde tres secretos importantes detrás de su inspiración.

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Primero, el nombre. Miguel Velázquez es de los últimos discípulos del gran Olivier Lombard, pilar de la alta cocina de la Ciudad de México y que entrenó a muchos cocineros que hoy recuerdan los pasos por las cocinas de quien, cuando llegaba al restaurante, decían con un cariño combinado con respeto “Ahí viene el Diablo”. Olivier era un mentor duro y de la vieja escuela francesa. Hoy Il Diavoletto se llama así un poco en honor a él y la huella que dejó en el Chef. “Pero también se trata de un espacio mío, por eso le pusimos “Diablito” en italiano. Se trata de un pequeño diablo que juega más a la seducción, a divertirse con la cocina”.

Segundo, la gastronomía. Porque viniendo de la escuela de Olivier Lombard, uno pensaría que lo más fácil sería generar un restaurante de cocina francesa. Pero la cocina siempre inspira recuerdos y vinculaciones emocionales. Y esas emociones vienen de una fuente inagotable de inspiración y memorias para ambos creadores del concepto. “La cocina italiana era la favorita de nuestra madre”, comenta Araceli orgullosa. “Era natural crear un concepto que le pudiera rendir homenaje a lo que tanto le gustaba a ella”.

El menú, que podría parecer tradicional y sencillo para muchos, es una expresión de la esencia de la cocina italiana en la forma más natural y artesanal. Esa que busca el disfrute y el respeto no sólo al cocinarla, sino al disfrutarla. Las pastas del lugar se preparan cada día de manera artesanal y buscando no sólo respetar la tradición, sino la más alta calidad de ingredientes. Esto exige al Chef Velázquez buscar una combinación de proveedores del mejor producto a su alcance, tanto italiano como los ingredientes que consume de productores mexicanos, como vegetales, carne y pescado.

Foto: Diavoletto

Por último, el secreto del vino le pertenece a Araceli Velázquez, figura indispensable en el mundo del vino mexicano, creadora de ProyectoVino y especialista que ha compartido por años su pasión y profundo conocimiento del vino en revistas y publicaciones a nivel nacional. En Il Diavoletto puede dar rienda suelta a esa pasión que tanto la impulsa, curando una carta de vinos y seleccionando etiquetas de bodegas boutiques, botellas de ediciones raras y hasta extravagantes, pero siempre buscando que la experiencia del comensal sea única. Además, Araceli está impulsando el espacio como el nuevo Wine Club en donde catas y cenas maridaje con etiquetas especiales serán motivo suficiente para volver una y otra vez. Porque, como bien dice la propia Araceli: “El vino tiene su propia personalidad, sus propios intereses y su propio destino.Como nosotros. El vino es como uno”.

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Il Diavoletto Restaurant & Wine Club abrió oficialmente sus puertas el 31 de agosto, con el apoyo e impulso de sus nuevos socios Armando Mar y Ana Patricia Ceballos y se postula como una de las nuevas propuestas culinarias a las que poner atención en la Ciudad de México.