El Año Nuevo trae consigo un sin fin de propósitos, ya sea económicos, amorosos, o nuestros preferidos… los viajeros y para iniciar el año viajando que mejor opción que hacer en una finca tan tradicional en Valle de Guadalupe como lo es La Carrodilla.
Es una vinícola de nueva generación en el Ejido El Porvenir en el Valle de Guadalupe. Surgió como un sueño de la Familia Pérez Castro (propietarios de La Lomita) de honrar a la Virgen de los Viñedos.
La Carrodilla cuenta con 4 vinos monovarietales (Chenin Blanc, Shiraz, Cabernet y Tempranillo), mostrando con ellos la finura de lo que nos puede dar la fruta en su máxima expresión, además de un tinto joven (mezcla de los 3 monovarietales tintos) y un vino Premium (mezcla bordelesa).
En Maleta de Viajes tuvimos la oportunidad de conversar con Fernando Pérez Castro, Director General de Finca La Carrodilla quien nos platicó un poco más de este bello lugar.
«Finca La Carrodilla está dentro de una región que es tradicionalmente vitivinícola, nosotros tenemos 20 hectáreas dentro de este valle y pues evidentemente nos dedicamos principalmente a la vitinicultura y la vinicultura, tenemos 6 varietales tintas dentro de la propiedad y 3 varietales blancas y prácticamente el 80% de ellas se hace con una de ellas».
Su vino insignia de la casa es sin duda el cabernet sauvignon, tempranillo y syrah, los cuales fueron los primeros con lo que iniciaron y que a lo largo de los años se han consagrado entre los favoritos por los consumidores locales y extranjeros.
TE RECOMENDAMOS: Estos son los países a los que puedes viajar dependiendo tu vacuna
«Procuramos hacer vinos que estén muy ligados con lo que nos está expresando la tierra y el viñedo no tanto desde una parte de factura sino siempre privilegiando lo que da la fruta».
La Carrodilla también cuenta con una certificación orgánica desde el 2014, la cual los avala internacionalmente como una finca cuya uva le permite hacer vinos 100% orgánicos.
Una de las cosas que más distingue a esta finca es el gran valor que le da a la agricultura y a la tierra, las cuales son tratadas con respeto y que estos dos elementos conjugados con el clima y el paisaje, son suficientes para producir un vino mexicano de los más altos estándares de calidad que le han valido el reconocimiento nacional e internacional.
Si deseas visitar este lugar, se encuentra abierto todo el año de jueves a domingo en donde puedes tomar una visita guiada para conocer el proceso de vinificación, o degustar de productos de su huerto o de su corral, probar sus quesos, lácteos, mermeladas, conservas, los cuales son exquisitos.
Finalmente el director de La Carrodilla aseguró que dedicarse al vino mexicano es todo el gran reto sin embargo, la satisfacción que deja y el orgullo de crear un producto mexicano de calidad, hacen que valga la pena.
Así que no lo pienses más comienza bien tu año tomando tu Maleta de Viajes y viviendo más experiencias que ofrece nuestro bello México.