Cuando se habla de deseos o metas comunes en la humanidad, la más añorada es sin duda encontrar el amor, compartir los días, las alegrías y las tristezas con ese alguien especial sin importar su género. Por esta razón este junio celebramos a la comunidad LGBTQ+ con los históricos lugares de Estados Unidos donde esta comunidad ha dejado huella y nos ha enseñado a disfrutar la vida sin miedos. Visit The USA presenta las historias y los lugares que han abonado a los derechos civiles de una comunidad que se viste de los colores del arcoíris.
Amor sin vidrios polarizados: West Hollywood en Los Ángeles, California.
Sinónimo de celebraciones y testigo de cada victoria de la comunidad LGBTQ+, en West Hollywood existe The Abbey, piedra fundamental de la localidad. Con sus decoraciones que recuerdan a una abadía, este lugar apostó por dejar atrás las puertas cerradas y las ventanas con cortinas negras y formó un espacio lleno de luz, patios para platicar y hacer contacto con otras personas sin necesidad de esconderse. The Abbey es cafetería, bar y centro comunitario que busca dignificar las relaciones de la comunidad y recibe a todo aquel que quiera pasar un buen rato sin etiquetas. Es conocido por organizar la popular fiesta de los Oscar que recauda una gran cantidad de dinero para AIDS Project Los Angeles. En el barrio también existen museos dedicados al movimiento LGBTQ+, como el Archivo sobre Lesbianismo June L. Mazer, que cuenta con literatura, arte y videos. A un lado está el Museo y Galería de los Archivos ONE, el primer recinto en el sur de California dedicado a la historia gay que alberga una colección enorme de material histórico.
Además de este histórico lugar, West Hollywood es casa de L.A Pride, organización que comenzó el primer desfile permitido del mundo en defensa de los derechos LGBTQ+ el 28 de junio de 1970 para conmemorar la rebelión de Stonewall en Nueva York en 1969. Más de 50 años después, L.A Pride se ha convertido en una voz activa para la comunidad y, a la par de producir LA Pride Parade & Festival, la segunda celebración del Orgullo más grande del país, también organiza, patrocina y apoya otros eventos comunitarios para promover la diversidad, la equidad y la inclusión durante todo el año.
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La cuna de las primeras veces: Phoenix, Arizona.
La historia LGBTQ+ de Phoenix está llena de momentos trascendentales, fue aquí que en 1975 la comunidad combatió odio con amor, al manifestarse contra la propuesta de ley estatal para prohibir los matrimonios entre personas del mismo sexo con, irónicamente, la unión entre Allen Kather y Wally Conoway la cual tuvo lugar en la Iglesia Comunitaria Metropolitana. Debido a este apoyo, el recinto sufrió la furia de los detractores, quienes la redujeron a cenizas en 1978. Sin embargo, la comunidad estrechó aún más sus lazos y se unieron para recaudar fondos y construir una nueva capilla que llamaron Casa de Cristo, un sitio que hasta el día de hoy defiende los derechos del sector LGBTQ+. Además de poder conocer este histórico y hermoso recinto, siempre es bueno darse una vuelta por el Corona Ranch and Rodeo Grounds, un parteaguas al ser el primer rodeo gay en 1984; en ese entonces, Arizona era el único estado que contaba con un evento de este tipo. Este lugar cobra vida cada San Valentin con concursos, shows drag y muchos vaqueros. Desde 2018 es el anfitrión de la primer festival de Orgullo Latino. Un lugar que no debe pasar desapercibido para todos los amantes de la diversidad.
El hogar de colores: San Juan, Puerto Rico.
En el Caribe la bandera de arcoíris también tiene muchas cosas que contar, tal es el caso de la llamada «Casa Orgullo», un lugar que alojó tras sus puertas la primera organización oficial de gays y lesbianas en todo Puerto Rico y que tenían como principal objetivo luchar contra la discriminación política, legal y social. Los activistas detrás de la causa fueron inspirados por el levantamiento de 1969 en The Stonewall Inn, Nueva York. Hoy, este recinto forma parte del Registro Nacional de Sitios Históricos de Estados Unidos y es parada fundamental para toda la comunidad que quiera rendirsus respetos a los héroes que lucharon por un Puerto Rico para todos.
Otro lugar en la lista de cosas por hacer debe incluir una visita a Burnside Triangle y Hawthorne, los dos vecindarios LGBTQ+ de la ciudad. En las décadas de 1960 y 1970, los clubs para gays y lesbianas surgieron en estos lugares y continúan funcionando hoy con una gran abundancia de tiendas administradas por gente de la comunidad tales como restaurantes, servicios sociales, teatros y vida nocturna.
Estados Unidos cuenta con historias y experiencias ideales para todos aquellos que quieren celebrar sus colores y conocer la historia de los que lo hicieron posible.